domingo, 11 de agosto de 2013

ATANDO LA PUREZA EN EL TIEMPO


Un verano más, la cita con el flamenco desde los festivales de Agosto.Repitiendo el escenario de la pasada edición, pudimos comprobar como la piscina municipal se llenaba ( de aficionados por los jardincillos , de agua ya estaba hasta los topes). Las actuaciones las presentó un clásico ya en estas briegas de maestro de ceremonias, el periodista Manuel Curao, quién anunciaba a otro clásico, ya adoptado casi como guitarrista oficial en el papel de "amo de llaves" de la noche, el guitarrista Antonio Higuero que acompañaría a todos los cantaores excepto al cuadro de baile de Córdoba.
Comenzó la hermana del cantaor Chiclanero Antonio Reyes, Remedios Reyes a quien acompañaba otro hermano al compás: Juan Ramón Reyes junto a "El Tate". Inicio frío, sin mayor transmisión y sonido defectuoso. Hizo 3 o 4 cantes a compás, finalizando por Bulerías bailando.
A continuación el turno de Alonso Nuñez "Rancapino Chico", realmente gustó al público con Soleá, Alegrías, Fandangos y bis por Tangos. El relevo generacional está garantizado con este cantaor, que además, conserva el eco, la esencia y hasta los andares de su padre. 



Tras un breve descansillo, el joven cuadro de baile de Alberto Rodriguez puso en escena un baile por Alegrias, a modo de presentación ante la afición Alcalaína.Suerte en este competitivo mundo para el futuro.
La noche se tornó vetusta y oscura con el bronce milenario del cantaor Jerezano Luis "El Zambo", el último eslabón entre nuestro tiempo y el cante ancestral del barrio de Santiago. Emparentado con los Sorderas y los Fernández ( El Borrico, Terremoto, El Serna...), El Zambo nos deleitó con Solea por Bulerías, Seguiriya, y Bulerías. Fue como un viaje en el tiempo a las gañanías de los campos Jerezanos, a las fraguas de San Miguel y las fiestas familiares de Santiago.Y después regreso al futuro y a la realidad, menudo viaje de Flamenco.




 Fin de fiesta por Bulerías ( fue algo testimonial que cada vez parecen más forzadas y antinaturales) y a dormir. 
El Zambo y Rancapino Chico: dos generaciones que atan la pureza en el tiempo.